Bordando Con El Corazón - Mis Últimos Bordados -

Cuando hacés una actividad creativa, que te gusta mucho y querés crecer en eso, llegas a un punto donde necesitas encontrar tu estilo personal.

Querés que tu trabajo sea reconocido sin que tu nombre esté escrito en alguna parte.

No les pasa a todos por supuesto. Pero a muchos sí.

Creo que es la parte más difícil del proceso de crear algo.

No me canso de decir que nunca en mi vida pensé que bordar iba a significa para mí lo que significa hoy. Definitivamente amo dedicarme a esto. No hay dudas.

Pero cuando ya supe los puntos, aprendí como esconder hilachas, entendí algunos secretos del trabajo y me propuse avanzar, me estanqué.

Encontrar el estilo personal es la parte más difícil de todas y la que, por supuesto, nadie te enseña. Porque es algo de cada uno. Bordás como sos vos.

Hace bastante tiempo decidí que solo iba a bordar dibujos míos. Fue una decisión difícil en el sentido de que no tengo ninguna formación al respecto. Pero Cuando hice el taller de Pupé Pereyra, Jugar a Dibujar, definitivamente entendí que no hay dibujo malo o bueno, que el dibujo es dibujo. Y como que algo infantil surgió, infantil en el sentido de sacarme prejuicios de perfección. Pude ver a través de los ojos de mis hijos que un circulo con un palito puede ser un árbol o un chupetín, depende de cómo lo mires o como lo pintes. Y eso es genial!!

Después de eso comenzaron a surgir ideas de que bordar, como hacerlo y surgió un nuevo taller, Bordando Dibujos, donde enseño puntadas simples que nos permitan resolver algunas nuestros bordados.

A demás de esto me di cuenta que lo que traigo en mi historia es simpleza.

No sé lo que es caminar por Miami ni Paris… Amaría conocerlos, pero todavía no está cerca eso.

Me encantaría que las suculentas no se me mueran y que mis plantas tengan más onda, pero lo que me sobrevive son los potus y los lazos de amor.

Crear con lo que tengo en dentro mío, con lo que crecí. Sin aparentar. Soy poblana hasta la medula y mis puntadas son simples y coloridas, hasta infantiles.

Y este sería mi consejo: bordá con lo que sos, sofisticada o simple, monocromática o colorida. No importa. No hay bordado bueno o malo, puede que alguna puntada no esté bien hecha, pero la técnica se aprende. Lo demás nadie lo puede juzgar.

Yo estoy en ese camino, de bordar lo que hay en mí. Y hoy les muestro algunos de mis últimos trabajos. Algunos me gustan más que otros.  Pero estoy aprendiendo.

Un Abrazo!!

Mariana