Ensalada Tibia de Remolachas

Preparar remolachas me trae recuerdos de la infancia. De celebraciones. No las comíamos seguido en mi casa, más bien era algo que se hacía casi exclusivamente para alguna fiesta, porque entre el tiempo de preparación y enchastre para pelarlas y cortarlas, todos trataban de evitar el esfuerzo. 

A veces tenemos el hábito de cocinar algunos vegetales solo de determinada manera. Como que es la única forma en que se pueden preparar y no hay opciones. Para mí la remolacha era hervida. No había otra.

Pero hace un tiempito la cociné al horno, y aunque no fue una novedad en el mundo culinario, fue una grata novedad para mí. Y entendí que, la mayoría de las veces, dorar los vegetales mejora muchísimo su sabor.

Me encantó como quedaron. Mucho más dulces que cuando son hervidas. y acompañadas de hierbas y pimientas, un manjar.

Desde ese momento no las herví más. Es que es más fácil prepáralas y no hay manos teñidas ni ollas de agua roja. Sólo las cortas, al horno y de ahí a la fuente para la mesa. Así que cuando están en temporada, las cocino siempre.

Las remolachas asadas quedan geniales como acompañamiento o como una ensalada simple para comer sola, como la que te traigo hoy. Sin ciencia e igual a la tradicional de remolacha hervida y huevo duro, pero al horno.

Para prepararla necesitas:

Ingredientes

• Remolachas, cuanto más chicas más tiernas
• Huevos duros
• Ciboulette o la hierba que quieras
• Sal
• Pimienta
• Aceite
• Todo a gusto

Lavar las remolachas y sacarles las hojas y las rebarbas.

Cortarlas en cuartos y colocarlas en una asadera, con piel y todo.

Condimentar con sal pimienta y rociar con aceite y cocinar a fuego medio hasta que estén tiernas.

Cuando estén cocidas colocarlas en una fuente para llevar a la mesa con los huevos cortados y espolvoreada con ciboulette picada.

Servir tibia.

Una variante de la ensalada de siempre que te puede sorprender. Fácil y rica.