Los espárragos representan gratos recuerdos de mi infancia.
En la esquina de la escuela primaria a la que ibamos con mi hermano, hay una casa con una vereda en la que siempre crecían espárragos. De ahí "los tomábamos" para que mi mamá los haga con salsa blanca. También con mi papá ibamos siempre a pasear por algunas chacras y los juntábamos, cosa que para nosotros era una aventura porque nos metíamos por lugares "inhóspitos". Era todo un plan ir a juntar espárragos.
Lo raro es que casi nunca los cocino. Pero hace unos días decidí volver a consumirlos, no sólo porque me gustan mucho, si no porque siempre suma a nuestra salud incorporar nuevos vegetales.
Ésta vez les dejo una receta de una tarta riquísima que si bien lleva algunos pasos, es fácil de preparar y además super llenadora!
Ingredientes
1 tapa de tarta (puede ser casera o comprada)
1 atado de espárragos
2 huevos
100 gr. de queso crema (o puede ser crema de leche)
3 cdas. de queso rallado
150 gr. de queso cremoso
sal
pimienta
jengibre rallado
Pan rallado
Cortar las puntas de los espárragos y dorarlas con un poco de aceite, el resto del espárrago cortarlo en rodajas y hervirlo en agua con sal hasta que esté tierno pero no muy blando.
Poner la masa de tarta en un molde previamente aceitado y espolvorear con pan rallado para que absorva el agua que puedan largar los espárragos.
Preparar el ligue con los huevos, el queso crema, el queso rallado, la sal, pimienta y jengibre.
Disponer sobre la masa de la siguiente manera: el queso cremoso, los espárragos hervidos y las puntas doradas para decorar, por último el ligue. Cocinar en horno fuerte hasta que la base de la tarta esté dorada.
Ésta tarta es ideal para comerla tibia.
Disfrutala!!
Mariana
P.D.: El jueves nos vemos con el post de APRENDAMOS A BORDAR!! no te lo pierdas!
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