6.3.16

Tortilla de Papas Rojas y Jamón



Mi abuelo Maximino es/era el papá de mi papá.
Maximino era su nombre pero, para todos, él era Maino.
Mi abuelo Maino vino a Argentina desde España, con sus padres y sus 3 hermanos y 1 hermana. Paulina, su hermana, tenía los ojos azules más lindos que alguien puede tener y el pelo blanco perfectamente ondulado por ruleros. Ella sí sabía cómo llevar las canas con estilo.

Mi abuelo fue una gran persona, no conozco a nadie que hablara mal de él.
Cada vez salía a la calle saludaba a todos y el “cómo le va Don Gabis?” se escuchaba siempre.

El no fue una persona de andar aleccionando a los demás, no iba por todos lados con el dedo levantado diciendo como tenés que hacer las cosas, al menos no conmigo. Pero aun así de él se aprendía.

Recuerdo que una vez mi prima y yo lo acompañamos a la quiniela de Don Herrero y el nos dijo que eligiéramos un numero. Cada una dijo uno. Un par de días después mi abuelo apareció con la pequeña fortuna que habíamos ganado. Dos australes para mí y un poco más para mi prima. Cada una tuvo lo que ganó con su número. Aunque no me gustó nada la diferencia, en ese momento aprendí que lo justo es justo sin importar la edad.

A demás de eso, del  abuelo Maino aprendí…
Que la mortadela buena es la mortadela bocha.
Que los tentáculos de calamar pueden ser un manjar.
Que el rabanito con sal esta perfecto como aperitivo antes de la comida.
También que el ajo tiene que estar presente en todo!
Que antes del asado siempre tiene que haber Gancia con limón, aceitunas verdes y maní con cáscara.
Aprendí también que hay que trabajar duro pero también disfrutar. Por eso siempre que se podía, y antes se podía seguido, había asado con la familia, ensalada de fruta y helado.

También aprendí que la tortilla de papas, esa comida simple, tiene que ser alta y bien sazonada.
Yo AMABA  la tortilla de papas de mi abuela María, la esposa del abuelo Maino.
Papas más huevo. Eso bastaba.

Mi versión de hoy es un poquito diferente. Porque viste que a veces uno cree que lo simple no tiene gracia, cuando en realidad siempre fui feliz con la tortilla de papas y un pedazo de pan.

Igual con ésta receta la tortilla queda riquísima y sólo tiene un agregado, jamón cocido.  Y se prepara así:


Ingredientes para 6 porciones grandes
  • ½ kilo de papas rojas
  • 5 huevos
  • 100 gr. de jamón cocido cortado en cubitos
  • 1 cdta. de ajo deshidratado.
  • 1 y ½ cdta. de sal
  • Pimienta molida a gusto
  • Aceite cantidad necesaria.

Cortar las papas (con cáscara) en cubitos  de 2 x 2 aprox. y freír con poco aceite hasta que estén doradas.
Mezclar en un bowl los huevos con el jamón y los condimentos. Agregar las papas tibias y dejar reposar ½ hora.
Cocinar la tortilla en una sartén alta de ambos lados hasta que el huevo esté bien cocido.


Yo tenía 15 años y debía hacer un trabajo práctico para la escuela sobre los Trabajadores Golondrinas. Con una compañera nos fuimos a algunas empresas a ver si nos explicaban de qué se trataba. Nadie nos dio bolilla. Nos dejaban esperando sin atendernos. En ese entonces no había internet que ayude, así que para estudiar tenías que moverte.
Mi abuelo fue durante un tiempo capataz en embaladoras de fruta, entonces el si sabía de que se trataba esto del Trabajador Golondrina. Pero yo no quería molestarlo porque su deterioro físico había comenzado y teníamos que hacer un esfuerzo para entenderle lo que hablaba. Como no nos quedaba opción fuimos a hablar con él. Con un grabador de periodista nos sentamos, mi compañera y yo, a escuchar todo lo que él tenía que decir. Estábamos en el patio de su casa, el sentado en una silla y nosotras en el cantero de las flores.
Cuanta paciencia nos tuvo para que le entendiéramos! Nos explicó todo tal y como lo recordaba, nos contó de lo que había vivido hacia muchísimos años atrás.

Entonces aprendí otra cosa. Que hasta el que parece más frágil puede ser maestro y que un abuelo amoroso graba fuego el corazón.

El trabajo práctico de la escuela? Aprobado!

Un abrazo.

Mariana




9 comentarios

  1. Divina Historia, tanto que contar y que aprender de los abuelos y padres, espero yo tambien poder transmitir esto a mi niña, gracias por compartir, abrazos.

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    1. Estoy segura que si Martha! Todo lo que se enseña y transmite con amor queda en el corazón.
      Un abrazo

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  2. Terminé de leer con los ojos llenos de lágrimas y un GRACIAS enorme por contarnos tu historia...

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    1. Gracias a vos por pasar y comentar María

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  3. Pufff este final me dejó moqueando Maru! Sabés que también tuve un abuelo muy querido. Sus hermanas mayores habían nacido en Siria y una vez entrevistamos a su hermana mayor para un trabajo de la escuela. Nos contó cosas de su infancia que no se contaban habitualmente (como por ejemplo que cuando eran chicos la mamá los mandaba los días de fiestas religiosas a vender empanadas árabes al centro o cómo había sido llegar a un país donde no entendían nada de lo que se hablaba).
    Qué bueno que atesores esos lindos aprendizajes!
    By the way, que pinta tiene la tortilla!!!! a mí no me salen!

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    1. Ay qué lindo!!! Gracias por compartir una parte de tus recuerdos!!!
      (Para que salga bien la tortilla hay que practicar jaja)

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  4. Hermosos recuerdos y enseñanzas.
    Los abuelos, nuestros padres: cuantos valores! Cuanto amor! Cuanta dedicacion en la vida! Esos ejemplos tenemos que tenerlos tan presentes para nosotros dia a dia y para transmitirlos a hijos.
    Me encantó esta entrada. Super tierna.
    Y la tortilla, que cosa mas rica!!! Muy de nuestra infancia. Hay que volver a esos platos tan simples y ricos. MEnos es mas ♥

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    1. Siii! De acuerdo con todo lo que escribís!
      Cocina simple y llena de amor!!

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  5. Que lindo como recordas a tu abuelo Maru! Me encantó la historia <3
    Y esa tortilla me hizo sonar la pansa jaja
    Saludos!

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