El sábado decidí hacer un bizcochuelo un poco más
elaborado que los de costumbre, para tener durante el fin de semana largo. La verdad es que como voy y vengo
tanto en la semana, los fines de semana prefiero estar en casa y tener
momentos de ocio creativo y del otro ocio también.
De esos momentos de ocio nació esta torta, súper
húmeda, esponjosa y muy suave.
Sinceramente no estaba segura que mis hijos la
comieran, por que el dulce de leche está camuflado (?) dentro de la torta. Pero
si, fue un éxito total. Estoy segura de que la voy a volver a hacer.
Los ingredientes son
250 gr. de harina 0000
2 cdas. de polvo para hornear
150 gr. de azúcar blanca
3 huevos chicos
150 gr. de manteca derretida y fría
100 gr. de coco rayado
200 ml de leche
200 ml. de crema de leche
5 cucharadas de dulce de leche
Hidratar unos minutos el coco rallado en la leche
y reservar.
Mezclar la harina, el polvo de hornear y el
azúcar. Incorporar la manteca, los huevos y la mezcla del coco. Unir bien con
un batidor y hornear a temperatura media durante 20 minutos.
Dejar enfriar en el molde, mientras tanto
calentar a baño maría el dulce de leche y la crema de leche.
Pinchar bien toda la torta y volcar la crema
encima. Hay que tener en cuenta que la torta debe estar fría y la crema
caliente (o al revés) para que se absorba bien.
Dejar enfriar por completo y espolvorear con coco
rallado.
Yo la cociné en una asadera baja y con papel
manteca por que tenía miedo que se me pegue. Y usé todos productos refinados porque quería
que fuera una torta clara, pero vale perfectamente el uso de integrales.
Ésta es una de esas recetas que después de un día
de heladera queda mucho mejor.
Espero que la hagas y me cuentes.
Beso.
Mariana
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